El derecho a la salud es un derecho fundamental de todo ser humano, reconocido por las Naciones Unidas como uno de los derechos humanos esenciales. Este derecho garantiza a todas las personas el acceso a una atención médica adecuada, incluyendo medicamentos, tratamientos, prótesis y cobertura integral de geriátricos, entre otros servicios de salud.
Sin embargo, a pesar de este derecho reconocido a nivel internacional, en muchas ocasiones, las obras sociales y prepagas no cumplen con la cobertura integral que deberían brindar a sus afiliados. Uno de los reclamos más frecuentes es el relacionado con la falta de cobertura de medicamentos y tratamientos. En muchos casos, los pacientes deben afrontar costos elevados para acceder a los medicamentos y tratamientos que necesitan para su recuperación, lo que genera una inequidad en el acceso a la salud.
Otro reclamo frecuente se refiere a la falta de cobertura para prótesis y otros dispositivos médicos. Estos elementos son necesarios para mejorar la calidad de vida de los pacientes y, en muchos casos, son imprescindibles para su recuperación. Sin embargo, en muchos casos, las obras sociales y prepagas no cubren estos gastos o limitan la cantidad de prótesis que se pueden utilizar.
En relación a la cobertura de las obras sociales y prepagas para los jubilados, es común que, al momento de jubilarse, las personas se vean obligadas a dejar su obra social o prepaga y pasar a ser atendidos por PAMI. En este sentido, es importante destacar que existe la posibilidad de que un jubilado pueda continuar con su obra social o prepaga. Para ello, debe cumplir ciertos requisitos y abonar una cuota, pero de esta forma, puede seguir recibiendo los servicios de salud a los que está acostumbrado.