La Ley de Talles sancionada en Argentina en 2019 representa un avance significativo en la lucha por los derechos del consumidor y la inclusión en la industria de la moda. La normativa surgió como respuesta a una problemática histórica: la inexistencia de un sistema de talles unificado en el país. Durante décadas, consumidores de diversas corporalidades han enfrentado barreras a la hora de acceder a ropa acorde a sus medidas reales, encontrando talles reducidos, nomenclaturas confusas o directamente la falta de disponibilidad.