Hablar de libertad en el contexto argentino implica también hablar de igualdad y justicia social. Estos tres principios se encuentran profundamente ligados y constituyen la base del sistema democrático y jurídico nacional. A lo largo de la historia, el país ha transitado distintas etapas en la búsqueda de equilibrio entre el desarrollo económico, la protección de los trabajadores y la expansión de los derechos sociales.


















































